Para garantizar su buen funcionamiento, el equipo debe estar colocado en superficie plana. Es importante no manipular el equipo, ya que podría generar daños en el conector de fibra óptica. Conectalo directamente a un tomacorriente (220V) y usa únicamente su transformador original.

Verifica las conexiones físicas (cable de alimentación, botón de encendido) y asegúrate de que el tomacorriente funcione.

Te recomendamos verificar el estado del módem. Asegúrate de que esté encendido y conectado correctamente. Si utilizas repetidores Wi-Fi, intenta conectarte directamente al módem para descartar problemas.

Para mejorar tu señal, te recomendamos reiniciar tus dispositivos. Si la señal sigue siendo débil, intenta acercar tu equipo al módem. El módem debería estar en un lugar alto y despejado. Si tu conexión es 2.4 GHz, considera actualizar a 5 GHz o superior para una conexión más rápida y estable.

Cierra programas que consuman mucho ancho de banda y verifica si hay dispositivos conectados que puedan estar ralentizando la red. Visitá dentro de este sitio “Prueba de Velocidad”.

En caso de presentarse dificultades con la velocidad de navegación, es necesario realizar una prueba de velocidad. Para obtener resultados precisos en un test de velocidad, realízalo con un cable de red conectado a la PC y desactivando la señal Wi-Fi.

Si realizas la prueba de forma cableada:
– Para planes de hasta 100 Mb, utiliza un cable de categoría 5.
– Para planes de 300 Mb, 500 Mb o 1000 Mb, utiliza un cable de categoría 5e o 6 en adelante.

Si el test se realiza por Wi-Fi, asegúrate de:
– Usar solo un dispositivo al momento de la prueba.
– Estar a menos de un metro del módem.
– Tenga en cuenta que si su plan es de 100 Mb, 300 Mb, 500 Mb o 1000 Mb debe conectarse a la red 5Ghz
Los resultados mediante esta última forma pueden variar según el entorno y las interferencias.

Si tenés problemas con la conexión Wi-Fi, verifica que la señal sea de intensidad media a alta.
Tené en cuenta que el alcance de la señal se encuentra alcanzado por factores que pueden influir en su funcionamiento. Distancia, paredes, electrodomésticos y otros dispositivos pueden generar interferencias.
Si usás repetidores o routers particulares, desconectalos y probá el servicio directamente desde el módem de fibra óptica. Si la conexión mejora, revisa la configuración de tus dispositivos adicionales.

Revisá la etiqueta que se encuentra debajo de tu módem. En ella encontrarás dos datos importantes: el SSID, que es el nombre de tu red inalámbrica, y la clave, que es la contraseña que necesitas para conectarte. Con esta información podrás volver a acceder a tu red.