Carlos Amarilla tiene 35 años y vivió toda su vida en Tortuguitas. En esta entrevista nos cuenta cómo fue que llegó internet a su vida, y de alguna manera nos hace viajar por un mundo donde conectarse a la red exigía un gran esfuerzo. Un mundo donde bajar una foto podía llevar minutos, y sólo había acceso a la red en lugares públicos. Podríamos pensar que se trataba de otro mundo, distinto a este.
¿Cuál fue tu primer contacto con Internet?
Antes de que el servicio de Internet llegara a mi casa, tuve mi primer acceso a la web en las oficinas de la cooperativa, en 1996. La Cooperativa regalaba una hora de Internet gratis con la revista Tonos y Pulsos. Tenía 9 años y le pedí a mi mamá que me llevara, recuerdo que me acompañó un sábado temprano. Yo no sabía usar la computadora. Pero con las ganas de aprender y las indicaciones de quien coordinaba el espacio, pude entrar a Yahoo y ver el clima. Sepan entender que era algo completamente nuevo para todos. Un tiempo después, en mi escuela, la Cooperativa donaba el servicio de Internet a una PC que estaba en la biblioteca. Así que con el permiso de la bibliotecaria, fui «investigando» hasta entender cómo navegar sin problemas. En esa época todo era una novedad. Sólo podías tener acceso a Internet en lugares públicos y la velocidad estaba muy limitada, tardabas varios minutos en poder ver una simple imagen.
¿Cómo fue la llegada del servicio de internet a tu casa, cómo te afectó?
Unos años más tarde, mis papás compraron la primera PC para mi casa, pero no teníamos aún cobertura de banda ancha en la zona y la única manera de conectarse era por dial up. Volviendo a mi curiosidad de prueba y error me conecte unos minutos para ver cómo era y fue entendiendo bien cómo era el proceso. La revista Tonos y Pulsos anunciaba la llegada de la banda ancha a mi zona, me acuerdo que llamaba seguido para confirmar si ya había disponibilidad para pedir la bajada en casa, esperamos pacientemente hasta que nos confirmaron. Contratamos banda ancha de 3 megas. ¡Era increíble tener Internet en casa! La curiosidad y lo rápido que evolucionaba Internet me llevó a inscribirme en la carrera de analista de sistemas.
¿Qué trabajo hacés hoy?
Hoy trabajo en el sector de cuentas a pagar para una importante multinacional de la industria alimenticia, desde la comodidad de mi hogar. Hago home office desde hace algunos años, siempre con la Cooperativa como proveedora de Internet, hoy ya con fibra óptica. Resumiendo un poquito, la cooperativa apostó a un servicio que ya era global, pero que en ese momento era absoluta novedad, nos dio acceso a muchas personas a un servicio que hoy forma parte al 100% de nuestras vidas, nos ayudó a tener ese primer contacto. Yo nací en 1987, imagino que varios en Tortuguitas pasamos por lo mismo con la Cooperativa y vimos todas las etapas de su crecimiento.
¿Qué le dirías a la Cooperativa?
Quiero agradecer a sus trabajadores, desde los instaladores hasta las personas que trabajan en atención al cliente. No tengo quejas, el servicio y la calidad de atención es excelente. Creo que es bueno destacarlo, un buen servicio de comunicación es vital para que un pueblo o ciudad crezca, la Cooperativa entendió la importancia de esto y paulatinamente nos «preparó» para el futuro.