Si bien usamos internet a diario, hay cuestiones que se conocen poco y que es útil tener presente para optimizar nuestra conexión y resolver problemas habituales que suelen presentarse.
Internet llega a nuestros hogares por un cable por el que pasan las ondas que permiten navegar por la red sin cortes. Su principal ventaja es que te permite estar conectado con el 100% de la banda ancha contratada. La desventaja es la incomodidad del cable, que limita la movilidad de los usuarios.
Esa conexión que llega por el cable se replica, a través del módem, de modo inalámbrico y es lo que conocemos como WiFi. Hay que estar atentos porque es posible, a veces, que la velocidad de conexión WiFi pueda verse reducida, al perderse entre el módem y el aparato que queremos conectar.
Cómo mejorar la conexión a internet
- La ubicación del módem es importante: Si tenés poco o nada de internet en algunas zonas del hogar, mové el módem a una ubicación más centralizada de tu casa. Cuanto más cerca del centro del área de cobertura puedas colocarlo, mejor será la recepción en tus dispositivos.
- Si un aparato no se conecta al WiFi, intentá desconectar el WiFi en este dispositivo y luego volvé a habilitarlo.
- El WiFi es proclive a sufrir interferencias con otras señales, como las de teléfonos, microondas, heladeras y aires acondicionados. Alejá tus equipos terminales de esos puntos, siempre que sea posible.
- Si la velocidad del WiFi es lenta, conectá una computadora portátil al Router directamente y probá la velocidad de Internet en sitios como nPerf.com, speedtest.net o fast.com. Si la velocidad medida es superior al 90% de lo contratado, tu conexión a internet es correcta. Si da menos, contactate con la Cooperativa para analizar el inconveniente.