La firma del decreto 690, en el cual el Gobierno nacional dispone que los servicios de Internet, telefonía móvil y televisión paga pasen a ser servicios esenciales para la población, implica que el Estado nacional retoma la regulación del sector de las telecomunicaciones, entendiendo que la comunicación es un derecho social.
Esta responsabilidad social se ve redoblada en el caso de ser una cooperativa, que desde su constitución asume un compromiso con la comunidad que es mayor al de una empresa privada. Las cooperativas de servicios tienen un rol muy importante en Argentina, como proveedoras de servicios en gran parte de nuestro país.
Según datos de Cooperar, la Confederación de Cooperativas de la República Argentina, “más de 500 cooperativas brindan internet por banda ancha, IPTV y datos móviles en comunidades pequeñas y medianas” en nuestro país. Estas cooperativas se asientan en zonas que tienen, muchas veces, baja densidad de población, por lo cual la inversión en cableados que posibiliten dar el servicio no es rentable para las empresas grandes del sector. Ahí es donde aparecen las cooperativas, como un músculo comunitario imprescindible. Lo que está en juego en esa decisión son las posibilidades de una familia de estar aislada o conectada al mundo.
“Una cooperativa no es una empresa que tiene como único fin la búsqueda de la rentabilidad prestando los servicios que necesita la comunidad. Ser socialmente responsables con nuestros vecinos que confían en nosotros y que muchos de ellos integran las cooperativas es tanto o más importante. Por eso, priorizamos contribuir al desarrollo y progreso de las sociedades aportando recursos destinados a la mejora directa o indirecta de las condiciones de vida de los vecinos”, sostiene en sus fundamentos la Cámara de Cooperativas de Telecomunicaciones (CATEL), una entidad sin fines de lucro que nació a mediados de 2006 por iniciativa de un grupo de cooperativas de servicios públicos de distintos puntos del país, interesadas en promover la mejora y el desarrollo de nuevos servicios y la creación de un ámbito de actualización y formación tecnológica, en el marco del dinámico mercado de las telecomunicaciones.
El rol central que tiene la Cooperativa de Tortuguitas en todo lo referido a la comunicación de su zona de cobertura es entendido como una responsabilidad. Por eso, cada año crecen sensiblemente los territorios a los que la empresa llega con fibra óptica, reemplazando así las tecnologías más antiguas. De esta manera, los socios y abonados tienen la posibilidad de acceder a mejores velocidades de conexión a internet, algo fundamental en la actualidad, que se puso de relieve con más fuerza en el contexto de pandemia: nuestra vida cotidiana, en casi todos sus aspectos, está mediada por la tecnología. Más exactamente, por internet.
Aumento de tarifas
A través de la Resolución 1466/2020, el Gobierno Nacional autorizó el aumento de hasta el 5% en enero para los licenciatarios de servicios de telecomunicaciones, que presten servicios de acceso a Internet, etc. Ese es el aumento que los socios y abonados de la Cooperativa ven en sus facturas desde enero de este año. Para la Cooperativa fue muy difícil seguir brindando servicios con la calidad de siempre, en un contexto inflacionario, y con las tarifas congeladas desde principios del 2020. El compromiso de la institución es continuar acompañando a Tortuguitas en su necesidad de estar comunicado.