El camino hacia una sociedad más inclusiva no se detiene. Desde el año pasado, el Polideportivo es sede regular de encuentros deportivos que apuntan a que las personas con discapacidad puedan hacer deporte. Según Leo Chaio, su organizador, que integra la Selección Nacional de voley sentado, “el objetivo principal es difundir el deporte, para que personas que no lo conocen y tienen alguna discapacidad se puedan sumar, junto a otros profesionales interesados: profes de educación física, kinesiólogos, entrenadores, entre otros”, asegura.
Se trata de un evento deportivo e inclusivo, ya que se invita a participar a personas con y sin discapacidad. De este torneo nacional participaron deportistas de Chaco, Córdoba, Salta, Santa Fe, Río Negro y varios equipos de Buenos Aires. Fueron en total 17 equipos, de ocho jugadores cada uno. “Estos eventos son muy bien recibidos y todos los participantes los esperan con ansias. Entre los jugadores de la Argentina nos conocemos bastante, pero queremos conocernos más, por eso siempre estos torneos nos conectan y nos acercan. Se disfruta mucho”, dice Leo.
La historia de Leo es inspiradora. “Desde siempre jugué al fútbol, hasta que el 13 de marzo del 2020 tuve un accidente de tránsito, donde perdí mi pierna izquierda. Amo el deporte, por esa razón salí en busca de un deporte, donde con mis capacidades actuales pueda seguir siendo competitivo. Así que en octubre del 2020 conocí el paravoley y no pare ni un segundo de meterle a fondo para mejorar y mejorar”, asegura.
El paravoley tiene varias modalidades. El voley sentado es un deporte paraolímpico, que se juega sentado en el piso. A diferencia del voley convencional, se bloquea el saque y no está permitido levantar la cola del piso.