Cintia Troncoso es la coordinadora de la actividad en el Poli y cuenta cómo fue la experiencia de trabajo este año, en especial el costado humano de lo que implica alejarse de casa para ser parte de un equipo, más allá de los resultados.
¿Qué se aprende al participar en un torneo?
Lo primero que se aprende es a vencer los miedos. A enfrentarse a algo diferente. A manejar la presión, los nervios, la ansiedad. El compañerismo y el trabajo en equipo también se ponen en juego. Muchos piensan que la gimnasia artística es un deporte individual, pero en realidad se entrena en equipo y se compite en equipo también. Ellas están ahí en el centro, a punto de competir, pero miran al costado y están sus compañeras, alentándolas. Como profesores, tenemos una gran ventaja que es que las chicas tienen edades diversas y las más grandes les van enseñando a las más chicas.
¿Cómo es el armado de estos viajes?
La logística de los viajes la vamos organizando durante el año, porque ya sabemos donde serán los torneos, pero hay que esperar hasta el último selectivo para ver cuantas chicas clasifican. Las familias apoyan mucho a sus hijas e incluso a veces viajan con ellas. No se alojan en el mismo hotel, tratamos de que estén cerca y vayan a verlas a los torneos, pero que las chicas entiendan que es un viaje deportivo y no familiar. Está bueno que transiten la experiencia de convivir con sus compañeras, lo que implica organizar horarios y formas de vivir. El compañerismo y el apoyo entre ellas es fundamental.
En Rosario, participaron del Torneo Nacional de Gimnasia Artística del Nivel C1, en el que se compite con cuatro aparatos: suelo, paralelas, viga y salto. Para participar de este certamen, primero hay que pasar por tres torneos selectivos, de los cuales se desprende un ranking, que indica qué gimnastas pueden participar. Tortuguitas presentó a tres, de las cuales clasificaron dos: Valentina Quintero y Luna Imbach. Valentina quedo en el puesto 22 y Luna en el puesto 30, de 77 gimnastas.
«Es la primera vez que nuestras deportistas participan de este torneo. A este logro se le suman las historias personales de cada una. Luna es la primera vez que está federada con el equipo de la Cooperativa, y Valentina, viene de una operación, ya que el año pasado se rompió los ligamentos de la rodilla entrenando, lo que hizo que se perdiera torneos. Es un mérito enorme, que muestra un gran trabajo y mucho sacrificio», dice Cintia.
En La Pampa se llevó a cabo el Torneo Nacional del Nivel D, que es el primer escalón de los federados. Para este torneo, la Cooperativa presentó a ocho gimnastas de las cuales clasificaron 6. Allí también tuvieron excelentes resultados y trajeron muchísimas medallas.
¿Qué balance hacés del desarrollo de la actividad este año?
Este año tuvimos un promedio de 150 gimnastas por mes, lo que permitió que abriéramos horarios nuevos y más profesores. Otro logro es que hicimos dos torneos en nuestro Polideportivo, de los que participaron clubes cercanos. Estas iniciativas hacen que personas que no son de acá conozcan nuestro club, nuestras instalaciones.
También participamos en torneos cercanos, como el Sueño del Indio, en Jose C. Paz, donde nos quedamos con el primer puesto como institución.
¿Y cuáles son los objetivos para el año que viene?
Nos gustaría participar de más torneos y aumentar la cantidad de federadas del Poli, que hoy son 14. También apostamos a tener más lugar en el Poli, para que más chicas y chicos tengan la posibilidad de conocer el deporte. Tenemos una cantidad limitada de gimnastas por grupo, para poder darles el tiempo y la atención que requieren de la mejor manera.