Con mucho esfuerzo, pero sobre todo con mucho entusiasmo, los más pequeños de la Cooperativa hicieron su muestra anual.
Ese día los pasillos de la Cooperativa eran un hervidero de nervios y alegría. Había mamás y papás que ultimaban los detalles del vestuario, maquillaban alguna carita o terminaban de enderezar un peinado rebelde. Pero la que manejaba a los niños con la destreza que otorgan los muchos años al frente de este tipo de eventos fue Jimena Arguello, la profesora, que les propuso a sus alumnos que simplemente se diviertan.
Los ritmos fueron variados: hip hop, reggaetón, danzas árabes y danza jazz. Y los niños, tanto los más grandes como los más pequeños, contagiaron de energía a la platea de padres y familiares.